sábado, 17 de agosto de 2013


<<Al ejemplo de Alberto, ayudando y amando al prójimo en Chile>>

(Alberto Hurtado Cruchaga; Viña del Mar, 1901 - Santiago, 1952) Jurista y sacerdote jesuita chileno, conocido también como el Padre Hurtado. Beatificado por el papa Juan Pablo II el 10 de octubre de 1994, se le considera una de las figuras religiosas chilenas más relevantes del siglo XX.

Alberto Hurtado realizó sus estudios en el colegio jesuita San Ignacio de Santiago de Chile, de donde pasó a la Universidad Católica de la misma ciudad para cursar la carrera de Derecho, que concluyó en 1924. Poco después ingresó como novicio en la orden jesuita, en la casa de formación que la orden tenía en la ciudad de Chillán. Tras ello marchó a Argentina, España y Bélgica (Universidad de Lovaina) para completar sus estudios y su formación religiosa. En 1933 fue ordenado sacerdote.


Ya de regreso a Chile, en 1936 comenzó su labor docente en la universidad como doctor en psicología y pedagogía. En 1942 fue nombrado asesor en el área de juventud de la organización Acción Católica, con la que recorrió todo el país fundando centros de asistencia juveniles, sin dejar prácticamente provincia sin visitar. Siguiendo con su obra social y catequística, en el año 1944 fundó el Hogar de Cristo, centro creado con el propósito de dar cobijo a los desamparados. Por su intensa actividad, Hurtado llegaría a ser conocido como "el cura de los pobres".


En 1948, cuando las ideas marxistas amenazaban con extenderse por las capas más desprotegidas y la pujante clase obrera chilena por medio de los sindicatos, Alberto Hurtado creó un sindicato católico, Acción Sindical Chilena (ASICH), con el objeto de oponer resistencia a un ideario político que iba en contra de los valores defendidos por la Iglesia Católica.



Inspirado en la doctrina de la encíclica Quadragesimo Anno, publicó varios libros y fundó y dirigió la importante revista Mensaje, que se publica todavía hoy. Entre sus obras destacan ¿Es Chile un país católico?, El Humanismo social cristiano en los documentos de la jerarquía católica, Sindicalismo, historia, teoría y práctica, La crisis afectiva de la adolescencia y La crisis sacerdotal en Chile.


En el año 1977, la Iglesia católica chilena llevó a cabo los primeros trámites del proceso para la beatificación de Alberto Hurtado, el cual no comenzó realmente su curso ordinario hasta el año 1993, fecha en la que el papa Juan Pablo II dio su visto bueno al informe sobre la causa de beatificación. Por último, el 10 de octubre de 1994, Alberto Hurtado fue beatificado por el papa Juan Pablo II.

Frases Padre Alberto Hurtado
  1. La Iglesia construida y cada uno de nosotros obrero en su construcción. No se conciben mirones ni menos criticones. 
  2. ¿A quiénes amar? A todos mis hermanos de humanidad. 
  3. Cada prójimo es mi hermano, mi auténtico hermano, más aún, es Cristo. 
  4. Esos dolores son nuestros, no podemos desentendernos de ellos. Nada humano me es ajeno. 
  5. Amor, ¡Sin un gran amor es inconcebible un gran sacrificio! 
  6. Las dificultades debieran ser motivo para intensificar más la vida sobrenatural a fin de tener fuerzas para cargar con una cruz que a veces se luce más pesada que la de nuestros padres. 
  7. Pero, el que ama a María, querrá imitarla en todo, y, como Ella, procurará hacer conocer y amar a su hijo Cristo, marchando al apostolado de las almas, apostolado que se hace hoy más necesario que nunca porque vemos a los países y a los individuos que atraviesan por horribles crisis, religiosa, moral y económica. 
  8. La autoridad que se considera como poder con derecho a mandar, no es autoridad verdaderamente cristiana. Como es siempre representación de Aquel que la ha dado, tiene que ser ejercida como servicio y como responsabilidad frente a los hermanos; por tanto no como dominio. El espíritu de hermano le quita la aspereza inherente a una institución impersonal y puramente objetiva. 

Galeria del Padre Hurtado: https://picasaweb.google.com/117277735121264137749/PadreHurtado





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